Carta del director

La movilidad es un hecho. La penetraciA?n que ha conseguido la telefonA�a mA?vil en el mercado, ya sea corporativo o residencial, ha sido extraordinaria. Razones no faltan, puesto que la flexibilidad que proporciona al usuario abre la puerta a un conjunto de ventajas al que la empresa no deberA�a renunciar en el mercado actual. El mix de prestaciones al que se puede acceder con un simple dispositivo en la palma de la mano es justificaciA?n suficiente para dar el salto a la movilidad.

Pero, A?resulta tan sencillo? En realidad no. La batalla abierta entre los fabricantes de terminales, ya sean telA�fonos mA?viles, PDAs o smartphones, no es ajena al mundo de los desarrolladores, al mundo de los ISVs que tendrA?n que lidiar en gran medida con el resultado de esa pugna. A grandes rasgos, recuerda la situaciA?n vivida en dA�cadas pasadas cuando los fabricantes de PCs abrieron el mercado con un amplA�simo abanico de posibilidades. Lo abrieron tanto, de hecho, que se fragmentA? con la multiplicidad de plataformas con las que desarrollar soluciones. Por encima de todas, llegA? Microsoft Windows, objeto de miradas acusadoras de monopolio.

En este punto, cabe preguntarse si estaremos a��movilizandoa�� los mismos errores que se produjeron en el a��mundo inmA?vila��. DirA�amos que sA�, que efectivamente la heterogeneidad de sistemas operativos y plataformas ya ha distorsionado el mercado, produciendo situaciones de interoperabilidad que tan sA?lo consiguen menguas de productividad y de eficiencia.

Son muchos los que ven en empresas como RIM con su Blackberry, Apple con su iPhone y Palm con su Treo, a los salvadores del mercado para escapar de monopolios, pero si unimos sus plataformas a las de Symbiam, Windows Mobile, Limo Foundation o Google Android, nos da como resultado un buen cA?mulo de razones para entender por quA� muchas empresas aA?n no se han decidido a a��movilizara�� sus aplicaciones corporativas.

Gartner adjudicA? al cierre de 2008 cuotas de mercado: un 52,4% para Symbian (Nokia), 16,6% para BlackBerry, un 11,8% para Microsoft, un 8,2% para iPhone y un 8,1% para Linux.

El mercado, desde el punto de vista del ISV, se encuentra en continua definiciA?n. Cuando parecA�a que el escenario de opciones estaba claro, la irrupciA?n del software libre en el segmento mA?vil ha vuelto a revolucionar el patio, como indican las cifras de Gartner. El mismo debate que en su dA�a se produjo en el mundo del PC se ha vuelto a dar en el mA?vil. Incluso, la revista Newsweek, hace tan sA?lo unas semanas, dedicaba espacio en sus pA?ginas para hablar del a��spy-phonea��, esto es, programas espA�a que se transmiten vA�a inalA?mbrica. Hasta 200 compaA�A�as venden software espA�a para mA?viles en Internet, por precios que van desde los 50 a los 300 dA?lares. SegA?n algA?n estudio de dudosa credibilidad, el 5% de los telA�fonos mA?viles espaA�oles son objeto de este software espA�a.

Quede A�ste A?ltimo punto como mera anA�cdota, pero bastante indicativo de que las aplicaciones crecen como setas. Y es que, el A�xito de todos esos sistemas operativos sA?lo se basarA? en una A?nica cosa: el nA?mero de aplicaciones desarrolladas para ellos. Es la gran oportunidad de los desarrolladores e ISVs, ante los que se abre un mercado en plena explosiA?n, con el nacimiento de tiendas virtuales de los principales actores -fabricantes y operadoras- en las que A�stos se esfuerzan por ponA�rselo fA?cil al proveedor, incluso, en el modo de facturar y cobrar, con mA?rgenes que rondan el 70%. Aprovechemos la oportunidad. i??